El suicidio es la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de entre 15 a 29 años en todo el mundo: Rodríguez Ortiz
- Prevención del suicidio: señales, causas y esperanza
- El método más utilizado en México es el ahorcamiento, seguido por el envenenamiento y el uso de armas de fuego: especialista
Zacatecas, Zac; 12 de septiembre de 2025.
En septiembre mes de la Prevención del Suicidio, la especialista de la Unidad Académica de Psicología (UAP) de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), Mónica Rodríguez Ortiz, subrayó que hablar del suicidio, es un tema urgente, pero, en algunas ocasiones silenciado. En ese sentido, expresó que, “hablar salva vidas, y el silencio, a veces mata, porque cada persona cuenta, por eso hablar de suicidio nos permite ofrecer información, herramientas y esperanzas”.
La docente investigadora dio algunos datos actuales del suicidio, dijo que “según la Organización Mundial de la Salud (2023), más de 720 mil personas mueren por suicidio cada año, siendo una muerte cada 40 segundos. El suicidio es la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de entre 15 a 29 años en todo el mundo, en México se registraron en el 2023, 8 mil 837 suicidios, siendo el grupo más afectado el de jóvenes de este rango de edades, y el método más utilizado en México es el ahorcamiento, seguido por el envenenamiento y el uso de armas de fuego”.
La investigadora señaló que se cuentan con señales verbales como: “quisiera desaparecer” o “no soy importante”, también existen otras señales emocionales de irritabilidad desesperanza, tristeza profunda, insomnio, y como señales conductuales como sería el aislamiento, regalar objetos personales, buscar métodos para morir en internet y cambios de humor repentinos, de ahí que sea fundamental nunca ignorar estás señales, sentenció.
Además, manifestó que se puede dar un perfil psicológico de quien ha intentado suicidarse. Por ejemplo, están los trastornos mentales como depresión, ansiedad o trastornos de personalidad, los sentimientos de desesperanza, carga, vacío emocional, o también un historial de traumas, aviso o abandono, además de alta impulsividad, baja autoestima, escasa red de apoyo, es así que después de un intento, el riesgo de un segundo intento de suicidio aumenta, especialmente si no hay seguimiento psicológico adecuado, externó la especialista.
Sobre este seguimiento, detalló que es necesario un equipo multidisciplinario como sería: una psiquiatría para el diagnóstico y tratamiento farmacológico, un psicólogo clínico para la psicoterapia estructurada, manejo emocional y resiliencia, trabajo social para el apoyo comunitario, acceso a recursos, intervención familiar, y los servicios de salud mental de emergencia para los momentos crítico o para hospitalización.
En otro aspecto, la investigadora de la UAZ aseguró que el papel de la familia puede ser salvavidas o un factor de riesgo si no hay comprensión, ya que la familia debe escuchar sin juzgar, brindar apoyo incondicional, garantizar el seguimiento terapéutico, crear un ambiente de afecto y respeto, y buscar ayuda para sí mismo pues el dolor compartido pesa menos y la familia no debe cargar sola con estas problemáticas puesto que puede y debe apoyarse en profesionales.
Compartió que, si alguien cercano está en riesgo, debe hablar con esa persona con empatía, escuchar sin juzgar, o dejarla sola o solo si se encuentra en crisis, eliminar objetos peligrosos y buscar ayuda profesional de inmediato, en México pueden llamar al SAPTEL (800-472-7835), disponible las 24 horas los siete días a la semana, o acudir a los centros de salud metal del país.
Para finalizar, la investigadora resaltó el papel fundamental de la prevención del suicidio; la contención emocional inmediata detiene o disminuye la intensidad de pensamientos suicidas en momentos críticos, así como evita que la persona tome decisiones impulsivas y potencialmente letales. En cuanto a la reducción del sentimiento de soledad y el contacto humano cálido, empático y no invasivo disminuye el aislamiento. “Uno de los principales predictores del suicidio es la activación de recursos internos y externos, pues ayudan a la persona a reconectarse con sus propias capacidades de afrontamiento, además de canalizar la ayuda profesional o redes de apoyo familiar y comunitaria”.
En cuanto a la prevención de relaciones en cadena, en eventos como suicidios escolares, de figuras públicas o en comunidades pequeñas, los auxilios psicológicos pueden prevenir efectos de imitación o suicidio contagioso, y, el puente hacia la atención profesional, que permite una derivación adecuada a psiquiatras, psicólogos clínicos o servicios especializados, que dan tiempo y espacio para estabilizar la situación y evitar una crisis mayor, concluyó.
Texto y foto: Brisia L. Reyes/ Revisión: Pamela Girón.
